No me queda más remedio que hacer unos comentarios aquí sobre un tutorial de youtube (más bien varios que se han hecho eco de esta técnica) por el que mucha gente nos pregunta: El entrenador de raíces.

Si no has visto el video, consiste en la colocación de un tubo que lleva el agua que se le aporta por un extremo hasta una zona profunda (la profundidad que uno desee en función de la planta). La persona que edita el video considera que poniendo agua bajo la superficie se fuerza al árbol a enraizar en esa dirección en busca del agua.

La eficacia de todo esto es muy relativa. El éxito de dicho método dependerá, entre otras cosas, de qué tipo de sistema radicular tenga cada especie y éste vendrá determinado principalmente por la evolución de cada una de ellas. Por ejemplo, un olivo propio del clima mediterráneo tenderá a profundizar tanto como le sea posible para encontrar mayor humedad en el subsuelo (sin necesidad de entrenar nada).

Sin embargo, el título del vídeo hace alusión expresamente a cómo reducir con este sistema el tiempo de espera necesario para que la planta de aguacate alcance su madurez sexual.

Parece ser que desconoce el autor del video que las plantas propias de los trópicos tienen un sistema radicular distinto al de otras regiones climáticas del mundo, por lo que el método ya podría no ser aplicable a cualquier planta.

El aguacate tiene un sistema radicular pivotante con raíces secundarias superficiales. Esto quiere decir que, estructuralmente, tiene una raíz que profundiza entre 1 y 1,5 m (a veces bastante más) que confiere estabilidad, pero no tiene capacidad para absorber agua ni nutrientes.

Para ello, el aguacate cuenta con las raíces secundarias. Estas se encuentran tan arriba que en los primeros 70 cm del suelo pueden hallarse el 90 % de todas ellas. Son las encargadas de la asimilación de agua y sales minerales, esenciales para los procesos fotosintéticos.

El aguacate necesita grandes cantidades de oxígeno en el suelo, éste disminuye proporcionalmente con la profundidad, por lo que forzarlo a «beber» por debajo de su zona de confort no es del todo lógico ni recomendable.

Por ello, cuántos agricultores, aquí, en España, han probado este método con sus plantas de aguacate han terminado por secarlas si no los regaron por donde el aguacate necesita, en superficie.

Este método seguro que resulta interesante para plantas mediterráneas pero para el aguacate no. Además, no hay mucha relación entre el «entrenamiento» de raíces y la precocidad en la producción, más alla de que los árboles que ponen de ejemplo no tienen una buena preparación del suelo y al hacer este experimento están aireando el suelo. Justo lo que necesita la planta. El posible éxito que muestran está relacionado con facilitar la expansión radicular y quitarles las malas hierbas que impiden su crecimiento y lo ahogan.

Esta mezcla de churras con merinas, con todo respeto, solo tiene como objeto, al parecer, ser un reclamo y servir de gran titular para atraer visitas con fines de monetarización de los videos.

Para aumentar la precocidad en la producción, en el caso del aguacate y de otros frutales, estúdiese (además de como plantarlos y cuidadarlos bien) el rallado, el uso de algunos clonales, una buena nutrición, un eficiente sistema de riego, por ejemplo.