Sin dejarse llevar por el pesimismo (cosa bastante difícil en estos tiempos), quería compartir una reflexión que he madurado mucho ante la cuestión de cómo podría afectar que el cultivo del aguacate se estableciera en el norte de la península ibérica, que en algunas zonas los prados se tornasen cultivos, que realmente emergiese un sector de subtropicales en la cornisa cantábrica que pudiera modificar un poco el paradigma rural actual, fruto de miles de años de evolución y en clara decadencia por la pérdida de la ruralidad.

Lo primero que me viene a la mente es que estamos trabajando con una planta alóctona, es decir, traída de fuera, ajena a nuestros ecosistemas. Siempre que un elemento nuevo se introduce en un sistema, en mayor o menor medida, lo altera. La cuestión es si esa alteración será positiva o negativa y para quién.

Existen multitud de especies, tanto animales como vegetales, que tras entrar en nuevos ecosistemas ejercen una competencia directa con el resto de especies autóctonas. He ahí el caso del cangrejo ibérico vs el cangrejo americano o el caso de la avispa asiática que está ocasionando terribles daños a la apicultura. En el reino vegetal ocurre lo mismo, la invasión de plantas importadas para la jardinería a veces producen una dispersión incontrolable. Tal es el caso de la acacia, el plumero de la pampa o el Senecio mikanioides, por citar solo algunas de ellas. Estas especies han mostrado ser muy invasoras, ejerciendo un efecto negativo en el medio para las especies autóctonas.

Sin embargo, existe también una amplísima lista de plantas que, aun siendo introducidas, han supuesto una mejora de la vida rural. Muchas de las plantas de las que nos alimentamos tiene un origen extranjero, alguna de ellas podría sorprendernos. He aquí unos ejemplos:

Almendro. Prunus dulcis
Caqui. Diospyros caqui
Ciruelo. Prunus domestica
Granada. Prunus granatum
Guindo. Prunus cereasus
Kiwi. Actinidia deliciosa
Manzano domestico. Malus domestica
Membrillo. Cydonia oblonga
Morera. Morus alba y M. nigra
Nogal. Juglans regia
Olivo. Olea europaea
Peral. Pyrus comunis.

Incluso del castaño se sospechó que podría haber sido introducido por los romanos hace siglos aunque en la actualidad casi se considere autóctono. Lo cierto es que las plantas que resultan útiles para la humanidad son propagadas también.

El caso del aguacate es especial. En el continente americano, de donde es originario, constituye la base alimenticia de infinidad de personas. El hecho de que tenga la capacidad de conservarse en la planta durante bastante tiempo, lo ha convertido en un recurso estratégico. Una planta de aguacate en casa puede satisfacer las necesidades familiares de casi todo el año.

En el norte de la península, como en tantos otros lugares, se están perdiendo los recursos con los que antaño sobrevivían las personas. Los monocultivos con fines madereros han sustituido a los bosques tradicionales, con sus castaños, nogales, avellanos, etc. Si algún día este sistema económico que nos rige, en el que los alimentos vienen en gran medida de fuera, fallara ¿que quedaría para alimentarse?

Creemos que el aguacate podría ser un gran aliado para la gente del campo en épocas de escasez.