La técnica de poda de flor en el aguacate se practica en determinadas ocasiones. En primer lugar, se realiza en plantas en estado de crecimiento. Tras la plantación (los plantones a veces traen flores) y en el primer año de vida. En ocasiones, si durante el segundo año, la planta no ha crecido lo suficiente, se hace también una entresaca de flor o, directamente, se quita toda. Se pretende con ello que no se pierda un ápice de energía en desarrollar una fruta que mermará considerablemente su capacidad de desarrollo.

En otras ocasiones es necesario usarla siendo el árbol adulto, en estado de reproducción. Esto es necesario cuando el árbol, tras sufrir un desequilibrio del tipo que sea, ha generado una situación de estrés y emite una floración excesiva. Suele ir acompañado de la defoliación parcial o total.

Este fenómeno, al contrario de lo que pueda parecer por el gran número de flores emitidas, no es nada bueno para el árbol. Por ello, se debe hacer una entresaca de flor considerable, ya sea parcial o total, en función de la magnitud de la defoliación. Si no, con bastante probabilidad, el árbol se resentirá y se podría poner en riesgo las producciones de varios años en adelante (incluso la muerte), si las circunstancias que motivaron el estrés continúan.

La PODA de flor en los árboles pequeños se hace atendiendo al tipo de inflorescencia que se va a podar. En inflorescencias determinadas, es decir, aquellas sin yema de madera final, se puede cortar con tranquilidad por encima del anillo de crecimiento.

En yemas indeterminadas, aquellas que si tienen una yema de madera final, la mejor opción es desgranar las flores o quitar directamente los ejes primarios, con cuidado de no dañar la yema mencionada.

En árboles grandes existen otras técnicas de poda que servirán de excusa para futuras entradas en este blog.