Decidir entre plantar clonales o de semilla es una tarea compleja. A nivel teórico, los clonales presentan una serie de características muy interesantes. Aspectos como resistencia a patógenos o a texturas menos favorables, altos rendimientos y tendencia a la homogeneidad de la plantación, etc. Son un buen reclamo comercial que, sin embargo, requieren de otros factores para alcanzar el máximo potencial de sus características.
Está demostrado que existe una influencia del patrón sobre la variedad. Esta influencia también está relacionada con los niveles nutrimentales en hoja y, en este sentido, existen estudios que acreditan que ciertos patrones clonales alcanzan una mayor acumulación de elementos en hoja, lo cual significa una mejor nutrición y, por lo tanto, mayor predisposición a producir.
Es cierto, en gran medida, que los patrones clonales confieren una mayor tendencia a la homogeneidad de la plantación y de la producción. Sin embargo, para que esto sea una realidad en la práctica, el suelo debería ser uniforme, idéntico en toda su extensión (al igual que las plantas clonales tienen todo su genotipo idéntico). Esto, en la mayoría de los casos, no suele ser así. El suelo hay que entenderlo como un tablero de ajedrez, cada metro cuadrado es distinto al siguiente, en mayor o menor medida. Por tanto, ante texturas distintas, las plantas evolucionarán de forma distinta, con lo que la homegeneidad final de la plantación es ya relativa.
Es cierto que, bajo un buen manejo, las plantas clonadas pueden adelantar la producción en el tiempo, producir al año en algunos casos, por ejemplo. Esto es, en definitiva, alcanzar el porte necesario para soportar la carga de fruta sin menoscabo de su desarrollo futuro, es decir, sin agotar a la planta con su primera cosecha. Pero en ocasiones favorables, un árbol de semilla puede hacerlo tambien.
En cuanto al sistema radicular, es un hecho contrastado que los patrones clonales desarrollan unas raíces menores, más pequeñas y con menor capacidad de anclaje al suelo. Es un aspecto muy a tener en cuenta en aquellas zonas expuestas a vientos fuertes que azotan periódicamente.
En referencia al coste, los clonales tienen un precio considerablemente superior a los árboles de semilla. Además, la disponibilidad de los clonales suele estar limitada. Los principales viveros que los producen en España tienen lista de espera para poder adquirirlos. Si el presupuesto es bajo y/o hay proyectado plantar a corto plazo el clonal quizá no sea, entonces, una buena opción.
Como concluisión se puede decir que, efectivamente, el clonal tiene una gran potencialidad productiva, si. El de semilla tampoco se queda a trás. Todo dependerá de que se haya hecho un buen diseño de la plantación. Que se haya entendido que tipos de suelo hay en la finca, las distintas vetas de textura, las distintas profundidades de suelo cultivable, etc. todos aquellos factores que van a condicionar el crecimiento de la planta y, por supuesto, que se realice una adecuada preparación del suelo en consecuencia. Por otro lado, tras la plantación, es fundamental que se haga un buen manejo del riego, del abonado y, muy importante, de la poda.
Si detrás de una plantación hay un agricultor que sabe entender el cultivo y lo maneja con pericia, que las plantas sean de semilla o clonales podrá tener poca trascendencia.Y muy al contrario, la adquisición de clonales no suple a un buen manejo de la plantación.
